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  • Museo Mariposas del Mundo

    miércoles, 12 de enero de 2011
    Con éste nombre se ha creado en la República Argentina, más precisamente en la localidad de San Miguel, Provincia de Buenos Aires, un museo entomológico que alberga importantísimas colecciones de Lepidópteros, Coleópteros y diversos artrópodos exóticos del mundo entero. Sus características, exclusividad en el tema y diversidad de la Entomofauna del Planeta; hace que todo ello, unido a las normas científicas de montaje y reunión de datos, lo conviertan en una muestra inédita y gran valor como fuente de estudio y comparación, declarado de Interés Cultural Municipal y Provincial.
    Las colecciones están compuestas por más de 70.000 ejemplares debidamente clasificados, montados y presentados algunos de ellos en vitrinas cóncavas, que permiten observar y admirar plenamente los especímenes que la integran, Esta obra es creada por el autor del libro "Mariposas Argentinas" señor Andrés Eugenio Varga, quién desde su niñez se ha apasionado por el maravilloso mundo de los insectos. Las constantes expediciones de recolección y relevamiento junto a su esposa Marina Norma Gustin de Varga (Nerina), por diversos Continentes, regiones agrestes y los permanentes intercambios a nivel internacional, le han permitido actualmente conformar éste invaluable patrimonio Cultural y Científico, que ha sido catalogado por muchos expertos y profesionales argentinos y extranjeros, como una de las más bellas y cuidadas colecciones.
    La intención del señor Varga al crear el Museo, es la de perpetuar en la República Argentina esta muestra única, lograda tras un gran sacrificio y dedicación personal, convirtiendola en una riquísima fuente didáctica para la sociedad, y más importante aún, para promover el conocimiento de éstos organismos inferiores, sus características y la importancia de su existencia como insustituible eslabón de la cadena biológica en el ecosistema. Afirma su creador:
    "Si esta obra atrapa el interés de nuestros jóvenes y resulta el estímulo impulsor para un futuro profesional en la materia, ya justifica todo esfuerzo realizado."

    El Museo de las Mariposas en Saint-Tropez

     Para conocer una ciudad, lo mejor es dirigirse al casco viejo, visitar los edificios más emblemáticos, conocer sus platos típicos, sus actividades culturales más importantes y relacionarse con su gente. Sin embargo, algunas ciudades brindan la oportunidad de conocer rarezas que nada tienen que ver con la ciudad, y que son igualmente meritorias de ser visitadas.
    Saint-Tropez es una de ellas, y además de sus paseos por la costa, sus colinas, sus circuitos artísticos, sus monumentos históricos y su vegetación prominente, le permite al turista conocer una de las más excepcionales colecciones de mariposas de todo el mundo en el Museo de las Mariposas.
    Recogidas en su gran mayoría por el fundador de la institución, Dany Lartigue, la Maison des Papillons de Saint-Tropez reúne más de 20.000 piezas de mariposas diurnas exhibidas para el deleite del visitante del museo.
    Organizadas por especies en extinción, protegidas o ejemplares raros, el museo ofrece un memorable paseo entre mariposas, destacando las especies exóticas que se han traído de lugares tan distantes como la Amazonia o las Islas Salomón.
    Además de esta completa colección de mariposas, el museo expone pinturas y fotografías también de mariposas, en un paseo completo apto para toda la familia y que merece la pena ser visitado por su magnífico esplendor.

    Ciclo de vida

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    El origen de las mariposas

    jueves, 6 de enero de 2011

    En un inicio que no es tan exacto (pudo ser antes pudo ser después) una oruga se paseaba por el bosque de manera lenta, pues su anatomía no le permitía mayor agilidad, a su paso dejaba huella en los residuos de barro que estaban húmedos aún, por la lluvia constante de esos días.
    Todo estaba en calma y la oruga tenía miedo, alguna vez había oído que “después de la tormenta viene la calma” y supuso que esa premisa podía tomarse de manera contraria, así la calma la asustaba más que la tormenta.
    Después de un largo recorrido llegó a la laguna, el agua reflejaba el sol y la oruga se reflejaba en el agua. Todo era tan estático como la imagen en una fotografía, el frío congelaba su pequeña estructura, la niebla le opacaba la mirada.
    Quieta y en ese lugar se dio cuenta de sus pocas cualidades físicas, vio como sus carencias se diluían hasta el fondo de esa mezcla de hidrogeno y oxigeno, lloró durante tres días sin darse tiempo para dormir o buscar comida; el sol, la luna y algunas ranas eran su única compañía y rogó al Dios de la belleza que le diera ese gran don, su petición no fue concedida pues la divinidad pensó que la oruga no estaba preparada para ser bella.
    ¿Qué hago ahora? pensó y solo el silencio le contestó, entonces con esfuerzo se deslizó y fue a dar al fondo del agua, donde permaneció casi inmóvil por un mes, tratando de ocultar su minúscula y poco estética figura peluda. Una noche observó a un hermoso pavo real que se acercó a tomar agua de la laguna, a la que algunos de adjudicaban el gran poder de otorgar sabiduría y concluyó que la mejor forma de estar preparada para que el Dios le concediera belleza era ser sabia, tomándose así toda el agua de la laguna.
    La sequía acongojó a todos los animales del bosque, algunos murieron y la oruga sin sentirse más sabia se puso pesada, dificultando al máximo la tarea de desplazarse; el pavo también sufrió con la falta de agua y volvió al lugar pretendiendo encontrar alguna gota que lo ayudara a aliviar la resequedad de su pico.
    Allí se encontró con la desdichada y ahora corpulenta oruga que lloraba desconsoladamente y le preguntó por la causa de sus angustias, a lo cual la oruga respondió contundentemente: ¡¡¡mi monstruosidad!!! , el pavo pensó que la oruga estaba desvariando a falta del preciado líquido, pues el la veía hermosísima y no dudo en expresárselo. La oruga pensó que esa sería su oportunidad para ser hermosa así que sedujo al inocente plumífero quien cayó rendido a los extraños encantos del animal.
    Zeus el Dios de dioses, se enojó muchísimo por el comportamiento de aquel animal que deseaba cambiar, pues había usado los poderes del amor para su propia conveniencia, así convirtió a la oruga en la más bella criatura combinando los colores de las alas del pavo y su cuerpo como elemento central, para que nunca olvidara que aunque había cambiado y sus alas eran majestuosamente hermosas ahora, en esencia iba a seguir siendo la misma oruguita que un día soñó con ser bella.